domingo, 31 de enero de 2010

Joyería efímera by Ana Locking

Nunca se me hubiera pasado por la cabeza, a mí que al cabo del día no dejan de rondarme pensamientos por la mente, no se me apareció la idea ni en el más loco y creativo de mis sueños, vamos que jamás de los jamases habría yo imaginado que se pudieran realizar joyas en cera de abeja.

Plástico, concha, coco, madera, cristal y semillas pueden ser ideas más asequibles para la mente humana pero, ¿cera de abejas? ¡Guau!

La madre de la caduca criatura es la aclamada diseñadora española Ana Locking. La que fuera miembro del duo Locking Shocking ha ideado una colección de joyas elaboradas en cera virgen de abeja que se compone de vistosos collares y grandes pulseras. Me imagino que hacer anillos y pendientes en cera debe de ser una tarea un tanto imposible así que la creadora ha optado por obviar estas piezas.

Los trozos de cera dispuestos a modo de cristales y de láminas redondeadas en los collares se acompañan de perlas y se cuelgan al cuello gracias a una delicada cinta de seda. Las pulseras, elaboradas en su totalidad del dulce néctar, aparecen en forma de brazaletes con cristales incrustrados.

Una colección ésta que trata de reflejar lo efímero de la vida y de todo aquello que la compone. Y que al igual que los efectos de un antídoto o medicamento poseen una breve existencia.




sábado, 23 de enero de 2010

Impresionismo, la exposición

Hasta el 22 de abril se puede visitar en las salas de Recoletos de la Fundación Mapfre la muestra pictórica 'Impresionismo. Un nuevo Renacimiento'. La exposición conforma un delicioso paseo por las obras cumbre de este movimiento nacido tras la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871) y los sucesos de la Comuna de París que desembocarían en la Revolución Francesa. Los lienzos proceden del parisino Musée d’Orsay y por primera vez en España se hacen acompañar de la pintura de artistas coétaneos a los impresionistas que, desde otros lenguajes, intentaron una renovación pictórica.

Édouard Manet fue el maestro de todos los llamados pintores impresionistas, sin embargo nunca expuso con ellos y siempre trató de ocupar un lugar relevante en el prestigioso Salón de París donde solía mostrar sus obras. Es el artista del momento aunque fue vilipendiado por el público y puesto en entredicho por la crítica más academicista. El Pífano y La evasión de Rochefort son dos de los cuadros que pueden admirarse en las salas de Recoletos.

La técnica rápida de largas pinceladas, el paisaje como temática principal, la pintura plana y el dominio de la luz son algunas de las características de esta pintura revolucionaria. Pierre-Auguste Renoir idea delicados retratos con tintes sensuales gracias a su paleta veneciana. El columpio así lo atestigua. Alfred Sisley destaca por su gran rigor compositivo mientras que Edgar Degas muestra una cierta modernidad clasicista que se apoya en una estética fragmentaria más que en una pincelada vibrante o en la planitud del lienzo. El pintor representa así un instante de la vida moderna como
en La clase de danza.

Paul Cézanne, Frédéric Bazille, Claude Monet y Camille Pissarro, artistas destacados del movimiento, también están presentes en una exposición que resulta completa para el visitante de a pie, imprescindible para el ojo experto y de obligada visita para los amantes del arte. Eso sí, hay algo de cola, 15 minutos que desde luego merecen la pena ser esperados.

Claude Monet, La estación de Saint-Lazare
Alfred Sisley, La nieve en Louveciennes

Edgar Degas, La clase de danza

Édouard Manet, La evasión de Rochefort